Los cristales empañados, el suelo gris y un universo lleno de polvo a mi alrededor...éxtasis. Y un escalofrío desde la punta de los pies hasta los pelos de la cabeza...casi, casi me encuentro como un pequeño erizo...Las pupilas de los ojos dilatadas, los ojos brillantes y mordiéndome los labios, cosa que acostumbro cuando me pongo nervioso...
Fragmento de un escrito del día 22/9/08
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