miércoles, 21 de mayo de 2008

Hay toda clase de historias...

Algunas nacen al ser contadas, su
substancia es el lenguaje y antes de que
alguien las ponga en palabras son apenas
una emoción, un capricho de la mente,
una imagen o una intangible
reminiscencia. Otras vienen completas,
como manzanas, y pueden repetirse
hasta el infinito sin riesgo de alterar su
sentido. Existen unas tomadas de la
realidad y procesadas por la inspiración,
mientras otras nacen de un instante de
inspiración y se convierten en realidad
al ser contadas. Y hay historias secretas
que permanecen ocultas en las sombras
de la memoria, son como organismos
vivos, les salen raíces, tentáculos, se
llenan de adherencias y parásitos y con
el tiempo se transforman en materia de
pesadillas. A veces para exorcizar los
demonios de un recuerdo es necesario
contarlo como un cuento.

No hay comentarios: